La pandemia por COVID-19 modificó muchos de los procesos y ámbitos de nuestra cotidianidad. Un ejemplo de ello es la educación, donde se tuvo que adaptar a medios, instrumentos y mecanismos para poder continuar con los procesos de la misma y afrontar “la nueva realidad” que nos sumergía en el uso de diferentes tecnologías emergentes para dar continuidad a la “supuesta” normalidad. Entre las más conservadoras y básicas está el uso de WhatsApp y las llamadas por teléfono celular; las más robustas incluyen la implementación de plataformas como Moodle y Chamilo, o la adquisición de cuentas en los servicios de plataformas educativas como Google Scholar, Microsoft 365, entre otras.
Esto trajo como consecuencia modificar las prácticas pedagógicas y didácticas; los modos, tiempos, uso de recursos y formas de trabajo en que los estudiantes llevan a cabo sus procesos de aprendizaje. La escuela en sí misma, en pro de mejorar la educación, ha realizado la actualización de los lineamientos curriculares que orientan la educación en Tecnología e Informática, por parte del Ministerio de Educación Nacional en conjunto con la red REPETIC y docentes colombianos, tornándolos más contextuales y diferenciando las dos componentes del área en mención. Esto brinda una mejor comprensión de cómo llevar a cabo las prácticas docentes en y con Tecnología e Informática, siendo pertinente abrir espacios para socializar y comprender de manera más acertada estas orientaciones y llevarlas al ejercicio en el aula de clases de las diversas instituciones educativas del país.