La triada conformada por el pensamiento, la mente y la imaginación, posiblemente, constituirán el alma de los seres racionales y antes de cualquier especulación racional, supongo que el ser inteligente, se condensa en dicha triada. Ahora bien, si hipotéticamente el alma conservará esas tres grandes potencias, en el paso de la vida a la muerte, aunque sería mejor pensar, no en la muerte como tal, sino en otra forma de vida; una vida incorpórea, una vida sin materia que se consume, se deteriora o la deterioran los médicos con sus fórmulas, los medicamentos malos y costosos, los curas con tantas parábolas intimidantes, los gobernantes con infinidad de amenazas y, los jueces con sus sentencias condenatorias.
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