Vivir es aprender a conocer y sentir Los Andes
Esta gente linda, sin niebla en el alma o en el corazón, abre sus brazos a sus visitantes y en medio del calor de la leña y la fogata.
Esta gente linda, sin niebla en el alma o en el corazón, abre sus brazos a sus visitantes y en medio del calor de la leña y la fogata.