“VIEJITA, PERO VEA”
Y en ese momento, sonrisa burlona y coqueta de la “Viejita, pero vea”, será para nuestros nietos que algún día desearán conocerla.
Y en ese momento, sonrisa burlona y coqueta de la “Viejita, pero vea”, será para nuestros nietos que algún día desearán conocerla.
Al señor Rosales ya le pesa los años; sin embargo, Carolina, una adolescente, le escribe frecuentemente mensajes insinuantes; éste, entusiasmado, para conocerla, la invitó a tomar un café en un lugar elegante…